El cuarto mes del año fue moderadamente positivo para los activos de riesgo, a pesar de una economía global que empieza a mostrar señales de desaceleración en algunos mercados.
En Estados Unidos, la inflación subyacente continúa en niveles de 4,6% interanual, elevada desde el punto de vista de la Reserva Federal que busca que tienda hacia 2%. El dato de crecimiento del PIB fue revisado a la baja para el primer trimestre: hacia un 1,1% desde un 2,6% previo. Hay señales de menor dinámica económica en varios segmentos, entre los que destacan Comercio, Bienes Raíces y Manufactura.
Con esto, a nivel de Renta Fija, la tasa de los bonos del Tesoro a 10 años se mantuvo relativamente estable: presentó un recorte de unos 10 puntos básicos durante el último mes, hacia la zona de 3,40% anual. La incertidumbre por la situación del sector bancario regional en Estados Unidos fue factor para dicha estabilidad.
A pesar de esta mejora en precios, la renta fija registró un mes sin grandes variaciones. Los bonos del Tesoro de duración media subieron un 0,2%, los de Grado de Inversión retornaron positivo 0,3% y los de Alto Rendimiento también mejoraron un 0,4%. Se espera
Por el lado de la renta variable, las acciones tecnológicas (principalmente las de alta Capitalización Bursátil) siguen llevando el carro del mercado. Luego de un 2022 para el olvido, buena parte de las grandes compañías del sector presentan mejoras en lo que va de este 2023. Amazon y Google presentan una mejora del 20% en el año, mientras que Meta recupera cerca del 90%.
En conjunto, el S&P 500 subió un 1,8% en el mes. Con el 47% de las empresas del S&P500 que ya presentaron resultados, las ganancias caen 4,2% año a año. El principal índice accionario en USA acumula 9,0% en lo que va de este 2023. Por el lado europeo, las acciones del viejo continente muestran un muy buen desempeño este año. El Eurostoxx 50 sube 14,9% mientras en 2023, y un 1,0% en abril.
En cuanto a China, sus acciones no siguieron la misma dirección que las europeas y cayeron un 5,7% en abril, eliminando toda la ganancia previa en el año, ya que permanece en el mercado la sensación de que hay mucho espacio para estímulos monetarios y fiscales, pero esto colisiona con la retórica de las autoridades. Para países emergentes, la caída en las acciones del gigante asiático no ayudó y sus acciones cayeron un 1,3% mientras que sus bonos subieron un 0,4%.
Abril en los mercados globales
¿Qué están diciendo las grandes casas de inversión?
El portafolio 60/40 ya no ofrece los mismos retornos que en el pasado
Desde su informe perspectivas de inversión, la compañía BlackRock advierte que la estrategia tradicional de 60% acciones, 40% bonos puede haber quedado obsoleta para enfrentar un entorno de alta inflación y elevadas tasas de interés.
BlackRock sostiene que las tasas altas llegaron para quedarse y que la inflación puede disminuir el rendimiento real de los bonos, lo que significa que los inversores pueden perder poder adquisitivo en lugar de ganarlo. Además, la inflación puede afectar negativamente el rendimiento de las acciones, ya que las empresas podrían tener que enfrentar mayores costos por sus insumos y materiales, reduciendo así los márgenes de ganancia.
Aunque la estrategia de 60/40 aún puede ser efectiva, desde la casa de inversión aclaran que es importante que los inversores consideren otros instrumentos: los bonos del gobierno que ajustan por inflación y los corporativos de grado de inversión.
Otra opción para considerar son los activos privados, que pueden proporcionar una mayor rentabilidad y diversificación en comparación con las inversiones tradicionales de acciones y bonos. Los activos privados pueden incluir bienes raíces, inversiones en infraestructuras, capital privado y de riesgo, entre otros.
En resumen, desde la compañía recomiendan:
- En un entorno de tasas de interés más altas, el ingreso se convierte en una herramienta clave para construir una cartera rentable. Prefieren los bonos gubernamentales a corto plazo para generar ingresos, mientras que se mantienen sub comprados en los bonos gubernamentales a largo plazo.
- Las asignaciones amplias a índices de acciones y bonos pueden limitar nuestras carteras y no se adaptan a la nueva era de volatilidad del mercado. Es mejor construir nuestras carteras de una manera más atomizada, teniendo en cuenta nuestras opiniones estratégicas en diferentes sectores y dentro de los mercados privados para hacerlas más resistentes a los choques del mercado.
- La estrategia de “comprar y olvidar” no funciona en un mundo más volátil e incierto. Debemos construir carteras más dinámicas y flexibles que nos permitan realizar cambios rápidos y eficaces en respuesta a nueva información y shocks del mercado.