Oscar Niño de Zepeda
Managing Director – Gerente de Inversiones en Criteria Wealth Management, Chile
Si bien el value en Estados Unidos ha entregado un retorno anualizado sobre el 12% en los últimos diez años (medido con Russell 1000 Value TR), ha sido evidente el rezago de este estilo frente al componente tecnológico, que ha llevado al S&P 500 y, por supuesto, al Nasdaq a superarlo entre un 4% y un 8% anual en el mismo período, respectivamente.
Sobre las razones de este underperformance, se pueden mencionar varias, siendo las más relevantes:
- La gran ventaja comparativa de las tecnológicas en la relación tasa de crecimiento EPS / costo del dinero.
- Los vaivenes que varios sectores value han enfrentado en la década pasada, entre los que destacan:
- Grandes bancos sujetos a periódicos Stress Tests y altos requerimientos de capital.
- Shocks relevantes en energía y minería.
- Compañías industriales icónicas con pesadas estructuras de costos.
Además, se suma la aparición exponencial de nuevas compañías que proponen alta competencia en la participación de mercado. Esto afecta a subsectores en los que las empresas que no han invertido en innovación y desarrollo tecnológico pierden terreno.
El nuevo ciclo económico provocado por la pandemia y, principalmente, la forma en que el mundo se ha ido recuperando, ha dado la oportunidad de presenciar el renacer (aún no del todo completo) de muchas compañías. Estas, ya sea por falta de visión/ambición o por condiciones de mercado, no venían mostrando atractivas perspectivas.
La alta inflación no puede ser menospreciada por la FED, por lo que su tasa de referencia debe subir (el mercado ansía que el aumento sea lo más gradual posible), lo que da auge al sector financiero. La productividad industrial y manufacturera lentamente se acomoda, aunque por el momento se centra más en margen vs volumen.
Las grandes mineras y, sin duda, las compañías de energía, que han sido factores fundamentales en el aumento de precios globales, están sintiendo los efectos positivos. A esto se deben añadir los potenciales aumentos en tasas de dividendos y las recompras de acciones como atributos positivos.
En rigor, es posible que el impulso del sector value no pueda competir con la tendencia mundial que sustenta al growth hacia adelante, pero el momento invita a mirar y valorar lo que ofrece. Así, estrategias representativas como la que ofrece el Legg Mason Clearbridge Value permiten contar con una importante opción para participar en sectores aún rezagados por la pandemia y en aquellos potencialmente favorecidos por el actual escenario de contracción en política monetaria.