El tercer mes del año estuvo marcado por eventos bancarios que inundaron de incertidumbre los mercados financieros. La quiebra del banco Silicon Valley Bank, la intervención de Signature Bank y el salvataje a First Republic por parte de una coalición de instituciones financieras en Estados Unidos, así como la caída del histórico Credit Suisse en Suiza, fueron eventos que causaron temor a una situación de contagio sistémico.
Si bien la Reserva Federal actuó diligentemente para evitar la propagación del pánico, garantizando la totalidad de los fondos a los depositantes, aún es pronto para descartar otras complicaciones en bancos medianos y/o pequeños. En el caso del país helvético, el Banco Nacional de Suiza presionó por un acuerdo con el UBS, lo cual generó que esta institución se convierta en el tercer Asset Manager más grande del mundo después de Blackrock y Vanguard. Esto debiese ser foco de monitoreo monetario, sin descartar UBS enajene algunas líneas de negocio del adquirido Credit Suisse.
El entorno de incertidumbre llevó a la Reserva Federal a moderar su postura en cuánto al ajuste monetario. Subió sólo 25 puntos básicos la tasa en la última reunión, en vez de los 50 bps proyectados inicialmente (moderación causada por los posibles efectos de la situación bancaria). En vista de un ciclo monetario menos agresivo a partir de Marzo, los mercados parecen haber encontrado cierta calma. La tasa de los bonos del Tesoro a 10 años, que comenzaba el mes en zonas cercanas al 4%, lo culmina en 3,45% representando un alza en los precios de los bonos.
En lo específico, los bonos del Tesoro de duración media subieron un 3,7% en el mes mientras que los de Grado de Inversión lo hicieron en 3,8%. Los de Alto Rendimiento o High Yield, a su vez, crecieron un 1,9%.
Por su lado, la renta variable también tuvo un muy buen mes. El índice S&P 500 tuvo una mejora de 3,3% en el período, y acumula una ganancia de 7,0% en lo que va del año luego de un 2022 muy adverso. Las acciones europeas vienen siendo uno de los activos más rentables en el año. El último mes rindieron un 1,8% y en el año se encuentran un 14,6%. Señales como la desaceleración inflacionaria (aunque el IPC sigue siendo algo en Alemania y UK, por ejemplo) y fortaleza macroeconómica, están ayudando a esta tendencia.
En Asia, las acciones chinas no pudieron contagiarse del buen humor global luego de la primera mitad de marzo. Bajaron un 0,8% en el mes. Pesan aún las altas perspectivas del mercado por el espacio que tienen la política fiscal y monetaria para actuar, versus la mezquindad del gobierno dado su Outlook de crecimiento para 2023 (5,0%). En el resto de emergentes, los bonos en dólares subieron un 1,6% en marzo, mientras que las acciones lo hicieron un 0,7%.
Marzo en los mercados globales
¿Qué están diciendo las grandes casas de inversión?
2023 no traerá alivio desde lo monetario: los bancos centrales no recortarán las tasas de interés
En su informe macroeconómico, la compañía resalta que este año los bancos centrales no comenzarán a bajar las tasas de interés de referencia. Es decir, no hay una reversión proyectada para el ciclo de ajuste monetario que han emprendido los principales bancos a lo largo del mundo. ¿El motivo? Nos encontramos aún lejos de los niveles inflacionarios deseados.
Los precios se están manteniendo en niveles elevados tanto en EE.UU. Como en Europa a pesar de las reiteradas subas de tasas de interés. El siguiente gráfico demuestra la resiliencia del elemento inflacionario en las principales economías:
La Inflación continúa en niveles elevados en los mercados desarrollados
Inflación núcleo anualizada, trimestral 2019-2023
En consecuencia, los bancos centrales continuarán este año con un sendero ascendente de tasas de interés a pesar de los recientes eventos turbulentos que se vivieron con el Silicon Valley Bank o el First Republic.
Esto incrementa los riesgos recesivos en el horizonte, a medida que un entorno todavía más restrictivo en lo monetario puede impactar en la actividad.
En este contexto en que los bancos centrales seguirían haciendo todo lo que esté a su alcance para bajar la inflación, desde Blackrock recomiendan:
- Subponderar las acciones de países desarrollados ya que las altas tasas de interés terminarían impactando en la actividad económica y en las ganancias de las compañías cotizantes.
- Sobreponderar los bonos gubernamentales más cortos posibles ya que esperan que las tasas de interés continúen con su tendencia ascendente y que una posible recesión impacte en la capacidad crediticia de las empresas en general.
- Sobreponderar los bonos atados a la inflación debido a que esperan que los niveles inflacionarios se mantengan elevados durante el 2023.